jueves, 6 de enero de 2011

Propósitos para el nuevo año: empezar a fumar

El día que en España entraba en vigor la nueva Ley Antitabaco, un servidor se fumaba una shisha (narguile, cachimba, hookah o pipa de agua) en un céntrico café del Trípoli gadafiano.


No soy fumador pero tengo que reconocer que me gusta disfrutar de ese espíritu rebelde y liberal que ya nos contagió el expresidente Aznar cuando dijo aquello de "¿quién te ha dicho a ti las copas de vino que tengo o no tengo que beber? déjame que las beba tranquilo...".

Porque claro, ¿qué va a ser lo siguiente? ¿Prohibir que la gente se ponga hasta las trancas? O peor aún ¿prohibir las drogas?


Menos mal que el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, es un tipo perspicaz y ha sabido descubrir a tiempo un complot del gobierno para suprimir de a poco los escasos placeres de la vida que le quedan al español de a pie: el chato de vino, las tapas, el fútbol, Gran Hermano, los mondadientes planos, el cotilleo, el insulto gratuito, la crítica, la inquina, la envidia mala, el coche, la sangría, la paella, y un sinfín de actividades intelectuales que sería posible enumerar pero por motivos que no vienen a cuento no voy a hacer.

Pero seamos prácticos. Hay que evolucionar y admitir que a partir de ahora fumar va a ser algo chachi. Ir a contracorriente mola mogollón, como eran los tatuajes antes de que se pusieran de moda; sólo aptos para los que frecuentaban los ambientes carcelarios o los tugurios de marineros.

Y habrá que recurrir a la picaresca. Un paciente del hospital de Tres Cruces con ansias de fumar, descubrió que si montaba un pollo lo suficientemente gordo como para que acudiera la Ertzaintza, conseguiría dar con sus huesos en la cárcel, uno de los pocos sitios en los que la Ley Antitabaco permite darle al vicio de la nicotina, junto con los centros psiquiátricos y los clubes privados.

Si no lo ha aventurado ya el señor alcalde de Valladolid, me da a mi que a lo largo del 2011 va a haber un incremento exponencial de aperturas de clubes y asociaciones privadas en donde antes estaban los baretos de toda la vida. No nos extrañe pues, que al lado de casa abran el "Club de amigos de la pandereta y del clavicordio [antes Bar Manolo]", o bien "Sociedad ornitológica y colombófila de Utrera [antes casa Palomo]".

Por cierto. Acabo de leer en la Wikipedia que la shisha "es igual o más perniciosa que el tabaco convencional", y que "se adquiere un gran nivel de monóxico de carbono en sangre, incluso más que al inhalar un cigarrillo".

Mañana lo dejo.

1 comentario:

  1. Y lo más grave... ¿qué va a pasara ahora en el cine? si no puede salir nadie fumando... ¿cómo vamos a saber de antemano quién es el malo? Ah espera, ya lo tengo: que matando sí pueden salir, pero fumando no.
    Debe ser que resulta peor políticamente correcto matar "de a pocos" y mejor matar de repente. Claro, claro.

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